«Todos tenemos un refugio, un lugar donde poder despejarnos, donde poder relajarnos, evolucionar… ¿Y si la danza fuese uno de ellos?». Con esta fortaleza de reflexión nos introduce Marta Isabel Infante Cano, alumna de la Escuela de Danza y Pilates de Pas de Deux (Sevilla) a su trabajo titulado ‘La danza como superación’. Donde, partiendo de su experiencia personal como bailarina, analiza desde distintas perspectivas lo que ella define como “el otro lado de la danza”: la danza vista como un arma de superación profesional, y personal.
En Pas de Deux estamos muy orgullosas de nuestra alumna. Como forma de agradecimiento y de dar a conocer tan bello y nutritivo trabajo, en este artículo, hemos recogido algunas de las claves que aporta nuestra alumna a raíz de la recopilación de distintos estudios y de la información recopilada fruto de sus propias vivencias y la de sus compañeras. De lo más conocido, como los beneficios de la danza, a cómo una bailariana se relaciona con el espejo o las conclusiones a las que llegó Marta tras realizar una encuesta a varios grupos de bailarines.
Gracias, Marta. Nos ha encantado el trabajo y no ha emocionado que una alumna sienta y analice así el que es su y nuestro refugio, la danza, una de nuestras mayores pasiones vitales, mientras animas a la vez a que todos encuentren su propio refugio.
La alegría de bailar
- La palabra “danza” viene de la raíz “Tanha” que significa “alegría de vivir”. El baile, considerado lenguaje universal, es unido al ritmo una actividad propia de los seres humanos y una expresión entre culturas.
- El baile beneficia en su acción a nuestro mente y cuerpo.
- Bailar, como toda disciplina, requiere de un buen estado físico, coordinación, percepción auditiva, memoria, expresión, atención, empatía…
- La doctora María Corsi Cabrera, catedrática de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, practica danza clásica y estudia neuropsicología. Ella afirma que:
“Me atrevería a decir que no hay una actividad que estimule el cerebro de manera más completa que el ballet. Un pianista, por ejemplo, utiliza sólo las manos para ejecutar su instrumento, mientras que el bailarín requiere de todo el cuerpo, ése es su instrumento, el cual tiene que aprender a mover con conocimiento de causa para proyectar en los espectadores la sensación que desea transmitir”, “(Jornada, 2017)”
Los beneficios personales que emergen a raíz del baile
- El baile mejora la autoestima, la relación con uno mismo.
- Favorece el desarrollo de la memoria, gracias a la exigencia de atención que requiere.
- Reduce enfermedades como el estrés o la depresión, ya que “al bailar se producen endorfinas (hormonas que evitan el estrés), se regulan los niveles de serotonina y la dopamina además de diversos neurotransmisores relacionados con el afecto y el amor, por ello producen placer y evitan la depresión”.
- Mejora la concentración.
- Desarrolla la inteligencia. “Un simple baile por el hecho de que ser desconocido nos pone en la situación de tomar decisiones rápidas en 0.5 segundos”.
- Te ayuda a conectar contigo misma, agudizando el control emocional.
- Fomenta las habilidades sociales, al permitir espacios de comunicación y relación con otros.
- Mejora el estado físico, y por tanto la salud.
- Aumenta la oxigenación cerebral.
- Los bailarines tienen mejor cerebro: “En Estados Unidos estudiaron a personas mayores (70 años) que desde hace años bailan regularmente. Encontraron muestras en su función mental que demostraba que estaban menos afectados por su deterioro en comparación con sujetos que realizan otras actividades. Para evitar enfermedades como el Alzheimer, la danza parece ser una importante opción. Reduce la demencia un 76%, el doble que la lectura”.
- Fortalece el corazón.
- Estudios hallaron que: “en varios de los bailarines una inteligencia corporal o cenestésica. “Ve y hace”, es decir, que son capaces de trasformar una imagen en órdenes sonoras y acciones físicas”. (El placer de bailar, 2017).
De la actividad cerebral a la expresión
“El ballet, como otras actividades del arte, es un logro personal, alcanzado mediante la disciplina y el esfuerzo. Y, además de su valor artístico, promueve el desarrollo cerebral y el de la inteligencia” “(Jornada, 2017)”
El intenso trabajo cerebral de un bailarín “tiene una única finalidad: expresar sensibilidad y emoción. Ello le da al baile la calidad tanto emocional como artística. Puedes saber bailar y tener una técnica impecable, pero si no expresas ningún sentimiento has fracasado como bailarín”.
La danza como herramienta de comunicación
Desde sus inicios la danza, entonces entendida como lenguaje de signos, ha sido una forma de comunicación, estudiada desde las teorías de la evolución del lenguaje.
En estos estudios, “afirmaban que con el movimiento se activa una parte del hemisferio izquierdo del cerebro correspondiente al área de Broca (donde se produce el habla). Concluyendo, entre otras cuestiones, que “ el área de Broca nos ayuda a hacer la sintaxis de una oración, sirve también para encadenar los movimientos en las coreografías”.
La magia de las neuronas espejo
Las neuronas espejo, ubicadas en distintas zonas del cerebro, se activan al ejecutar un movimiento. También, con tan solo el hecho de observar la ejecución de una acción o simplemente, hablando de ella.
Permiten que, cuando un bailarín observa una pieza del baile que ha realizado con anterioridad, gracias a las neuronas espejo se le activan las mismas neuronas que ejecutarían el movimiento indicado. Así, un bailarín lesionado puede seguir practicando mediante la “visualización”.
“Ante el espejo tú eres el bailarín y el público a la vez”
Apuntes del papel del espejo para los bailarines:
-Lo que el espejo nos ofrece no es otra cosa que la imagen más fiel y al mismo tiempo más extraña de nuestra propia realidad” (Ana María Matute).
-Nos muestra a los bailarines una imagen subjetiva de nosotros mismos, pero que no es la realidad, es decir, que nos está continuamente engañando.
-“El espejo en baile es parte de nuestro aprendizaje (…) Gracias a él puedes corregirte a ti mismo y comprobar si lo estás haciendo correctamente. Además puedes ser consciente de tus propios avances y cómo te vas soltando a medida que aprendes un ejercicio o coreografía”
-Recordé frases de mi profesora de mi profesora, para la que el espejo hacía mucho daño, como: “Mira al espejo solo si lo necesitas” “No te dejes engañar por el espejo”.
Conclusión: trabajar con el espejo, independizándonos a la vez de él.
El baile, placer y contagio emocional para los espectadores
El baile produce un contagio emocional en los espectadores. Se debe a las neuronas espejo, al ver una actuación estas se activan, haciendo que el espectador se equipare con el bailarín.
“Cuando leí y me informé sobre las neuronas espejo, me pareció fascinante lo que estaba leyendo, sobre todo el punto del público, de lo que podían llegar a sentir. Me llamó la atención ya que yo siempre he vivido la danza desde la parte del bailarín, muy pocas veces lo he visto en vivo y algunas veces más a través de videos de YouTube”.
De la teoría a la constatación práctica: encuestando a los compañeros
La realización de una encuesta a dos grupos distintos “marca un antes y un después en mi trabajo y también en mí. La teoría expuesta en la primera parte, pude comprobarla por mí misma y sacar mis propias conclusiones”.
Para ello, usó dos vídeos. El segundo no está disponible en YouTube, ponemos otro de características similares para reflejar la función y el efecto de las neuronas espejo:
«Por otro lado el video de ballet no lo encontré tan fácilmente. Quería que este video no fuese el típico de un festival del tipo “El Lago de los Cisnes” o “El Cascanueces”. Pienso que la mayoría de las personas, sobre todo adolescentes, al escuchar ballet, se imaginan un festival o una bailarina con un tutú rosa como la de los joyeros. Este punto de vista es uno de los que quiero demostrar en la encuesta que no siempre es así.
Finalmente encontré el video perfecto, el que muestra justo lo que estaba buscando. Trata de un videoclip de una cantante llamada Sia, en la que en todos sus videos aparece una niña bailando llamada Maddie Ziegler. Es muy simbólico, se ve cómo ella está vestida de negro frente a las demás chicas con un maillot blanco. Empiezan haciendo un ejercicio en la barra, en el que todas van perfectamente compasadas, hasta que la protagonista sale de la barra y se pone a saltar en medio de la sala. Rompiendo el esquema. Al principio las demás la miran raro pero finalmente salen todas a bailar soltando todo lo que llevan dentro. A esta impactante imagen le acompaña una música que realmente emociona y hace que te envuelvas en el video».
Entre las conclusiones:
“Según he ido leyendo las respuestas me he dado cuenta que sobre todo las mujeres, han sido mucho más creativas a la hora de responder, en la clase A la mayoría puso emoción, que fue el sustantivo que más se repitió.
Por otro lado aquellas personas que han puesto que no han sentido nada, concretamente son tres en la clase B. Son hombres y una mujer, los tres juegan al fútbol, me sorprende dado que el resto han puesto adjetivos bastante positivos acerca del video. En aspectos como este se puede observar cómo influye el deporte que practicas en tu opinión, de esta manera se verifica una parte de mi hipótesis”.
El trabajo completo podéis descargarlo en: La danza como superación (trabajo).
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